En esa primer noche juntos, solos, no pasó nada…
antes de dormir pensé “Dom, creo que
me gustas”, obviamente no lo diría en voz alta, tenía algo de temor por la
reacción. A mitad de la noche, escuche que un chico gay del otro salón estaba
en nuestra pieza, me hice el dormido, a ver si podía escuchar que decía en y Dom, lo único que escuchaba era
susurros. No escuche cuando el otro chico entró, pero si cuando salió, segundos
después de que yo despertara.
A la mañana siguiente le pregunte a Dom que era lo que había pasado, él dijo
“nada, solo quería sexo” –continuo- “yo no vengo aquí para eso, si lo quisiera,
bueno, estas tu…”. Reí con timidez y duda, en realidad no sabía que pensar, no
sabía si tomarlo como un insulto, por verme como un objeto sexual, o tomarlo
como cumplido, por hacerme sentir, de cierto modo, especial. Para eso, yo ya
comenzaba a sentir atracción por él.
Habíamos ido a desayunar, cuando volvimos, tuvimos
que empacar nuestras cosas, ya que debíamos irnos a otro lugar, por lo tanto, a
otro hotel… Terminamos pronto, pues como sabíamos que debíamos irnos al otro
día de que llegamos, solo sacamos pocas cosas, me recosté en la cama que Dom había utilizado la noche anterior,
comenzamos a charlar, se recostó junto a mí y me dijo “Hace frio, te voy a
abrazar”, no puse resistencia, en realidad quería que lo hiciera, me abrazó y
seguimos charlando, pero en realidad, no pensaba en lo que decía, sino en la
calidez que sentí con su abrazo.